La jornada dejó un saldo de 45 bajas, 3 acciones sin cambios y ninguna alza.

El índice S&P Merval bajó 9,76%, contagiado por las bolsas de referencia que no encuentran un piso y volvieron a desplomarse al conocerse la noticia de suspensión de vuelos entre Estados Unidos y Europa y pese a la drástica inyección de liquidez anunciada por la Reserva Federal; en tanto que los bonos en dólares finalizaron con caídas de hasta 7,5%.

Los programas monetarios impulsados por distintos gobiernos no lograron frenar la volatilidad con la que operan las principales plazas de todo el mundo, con más de 126.000 de casos confirmados de coronavirus en más de catorce países.

Así, Wall Street aceleró su desplome y el Dow Jones se hundió 10 %, su peor caída desde el “crash” de 1987; mientras que el selectivo S&P 500, que obligó a paralizar la bolsa esta mañana durante 15 minutos al descender un 7 %, por segunda vez esta semana, siguió el derrotero negativo y cayó 9,51 %.

Con similar tendencia, el tecnológico Nasdaq descendió 9,43%.

En la región, la bolsa de San Pablo cayó 14,78%, en una nueva rueda en la que debió que interrumpir sus operaciones en dos ocasiones debido a las fuertes pérdidas provocadas por el temor a los efectos económicos del coronavirus.

En Buenos Aires, dentro del panel líder de la bolsa porteña no se registraron papeles con ganancias y las pérdidas fueron lideradas por Grupo Supervielle (-20,70%); Banco Francés (-19,08%); Banco Macro (-14,06%); Central Puerto (-13,98%); y Holcim (-13,37%).

Por su parte, las acciones de empresas argentinas que cotizan en Wall Street finalizaron completamente en rojo con pérdidas encabezadas por Banco Supervielle (-25,4%); Central Puerto (-24,4%); Corporación América (-21,6%); Loma Negra (-21,3%); y Banco Francés (-20,7%).

En el segmento de renta fija, los títulos públicos tampoco escaparon de la dura jornada y los bonos en dólares bajaron hasta 7,5% mientras que los títulos en pesos cayeron hasta 8,3%. De esta forma, el riesgo país avanzó 8,10% hasta los 3.210 puntos básicos.

Frente a este panorama de caos a nivel global, Javier Timerman, socio del banco AdCap, alertó sobre la posibilidad de que cierren los mercados bursátiles.

“Estaba hablando recién con algunos colegas míos en Londres que creen que, en los próximos días, van a cerrar los mercados. Se va a dejar de operar porque hay demasiada turbulencia y demasiada falta de liquidez”, advirtió.

Por su parte, Alejandro Bianchi, fundador de AsesorDeInversores.com, observó que lo que más le sorprende de esta abrupta caída “es la magnitud y la velocidad con que se está desarrollando”.

En este sentido, estimó que Estados Unidos deberá impulsar más medidas para revertir esta tendencia “porque evidentemente sola no va a desaparecer”.

A su turno, Santiago López Alfaro, socio de Delphos Investment, explicó que la baja en la bolsa porteña y de los bonos es “99,9% producto de lo que sucede en el exterior”.

“Es la caída más rápida en la historia de Wall Street. En 19 días se convirtió en un mercado bajista. En 2008 tardo 184 días en hacer un 20% de caída, en el 2001 tardó 400 días y acá tardó 19 días”, advirtió.

En lo que respecta al mercado de divisas, el dólar cerró hoy en un promedio de $65,02 para la venta al público, con un avance 28 centavos respecto a la víspera, en tanto el dólar con el recargo de 30% -contemplado en el impuesto País- culminó la rueda en un valor final de $84,52.

El dato relevante de la jornada fue que en el primer tramo el Banco Central debió intervenir para abastecer una demanda más activa, tanto en el segmento de contado como en futuros.

Sin embargo, cerca del final de la rueda y con la aparición de oferta genuina, la autoridad monetaria pudo recuperar parte de lo vendido, según precisaron fuentes de mercado.

En este escenario, las monedas regionales también sufrieron depreciaciones. El peso chileno cayó 2,12%; el peso colombiano perdió 2,09%; y el peso mexicano cedió 0,86%. Sólo el real logró sortear los embates de la rueda y finalizó con una suba de 0,09%.

En el mercado bursátil, el dólar contado con liquidación (CCL) culminó a $ 89,04, con una ganancia de 2,2%; y el dólar MEP cotizó a $ 87,48, con un avance de 2,0%.